Poesía al Cristo del Perdón

El Cristo del Perdón Bajo el frío y calor de octubre, entre todas una mañana nos alegra. Es la mañana en el que el Perdón reina en nuestra aldea. Suenan tambores, campanas voltean. Un pueblo entero acude a subir las andas del Santísimo Cristo del Perdón. San Isidro Labrador testigo de ello, la virgen del Campo al pasar , es entonces cuando suenan cornetas y los aplausos no paran de cesar. Este es un día de Perdón, no es un día normal. Costaleros y costaleras lo mecen con suavidad. Mirada serena y tranquila, en su cruz clavado está; gritando hacia el cielo. El dolor que sufrió hace más de dos mil años ya. Unos desde el cielo, otros desde las calles del Villar, Pero todos hoy celebramos una tradición que jamás se debe de olvidar. Raul Gómez
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